miércoles, 20 de mayo de 2009

Golpe directo y seguro a matar


Es sorprendente cuanto algo que esperabas esta aquí llega de sorpresa
Y en menos de 5 minutos tus ansiedades de verla son indetenibles te encuentras como niño pequeño volando en tu nube blanca volando lo más alto posible de tu alma, vuelas tan alto que tu casa parece de muñecas, vuelas tan alto que la gente parecen hormigas en tu patio, pero en fin llega el monto y el brillo de tus ojos es como faros en el mar, es como un cometa en una noche clara, es como el sol en la mañana deslumbrante ridículamente luminoso, y allí mismo la ves como diosa, como algo que es lo más sagrado para ti, es indescriptible en realidad esa sensación es tocar la manos de dios y regresas. Mueres y vives. Es todo o nada, luego te acercas y te abraza, pero allí es donde viene todo, ya no sientes la fuerza con que antes te saludaba; existe esa barrera ahora, esa cosa que no te deja ir más allá, Bang ¡”!!! Primer disparo pájaro en caída libre herido en todo aspecto, pero logras retomar tu vuelo solo es el primer paso no podré caer así, ya a lo largo de la noche todo es más frío que nevera de esquimal, solo te falta la navaja en la yugular para terminar esta ansiedad de estar uno al lado del otro pero como en pausa sin hacer nada, congelado, ni comentario ni cruce de miradas, pero disimulas como aquel piloto que le dice a los pasajeros que es solo una turbulencia que se abrochen los cinturones, pero la cruda realidad es que van en caída libre a una muerte segura, cada segundo te esfuerzas mas y mas en disimular, ya eres hasta experto en eso de tanto que aguantas hasta el final, la hora de despedirse y el ultimo abrazo, es como el disparo crucial en el pelotón de fusilamiento ¡¡Bang!! el segundo y definitivo disparo directo a tu alma, directo al corazón, mientras cierras tu puerta sientes como todo cae en picadas, como se forma ese nudo en tu garganta, has soportado como todo se te venia, como te destrozabas, como vidrio. Como cada parte de ti se caía internamente hasta que por fin colapsaste y te culpabas una y otra vez porque esto es simplemente culpa tuya y de nadie más mientras golpeabas una y otra vez la pared con tus puños cerrados y así sucesivamente hasta que no podías mas, ahogándote en maldiciones y en porquerías de tu boca , así mismo maldiciéndote y repugnándote una y otra vez hasta ya no poder, ese es el momento donde ves todo de ti morir y no ves la claridad hasta mucho tiempo, cuando te entierras en tu propia tumba putrefacta de la vida, en tu propio hueco cavado con tus misma equivocaciones, errores y malas decisiones, allí es donde quedas ahogado de ti mismo y de nadie más.